Somos la Comunidad. de Hnas. mayores, algunas más frágiles, otras con fortaleza necesaria para acompañarnos y cuidarnos.

Nos consideramos privilegiadas porque experimentamos cada día la acción de Dios en nosotras:

Es un gozo ver a las Hnas. Postradas, la serenidad, paz, paciencia y diríamos, alegría para sobrellevar sus enfermedades, limitaciones y dolores que conlleva su situación en este atardecer de la vida. Y al mismo tiempo sentimos tristeza al ver según van pasando los días, cómo van decayendo y deteriorándose.

Las demás también tratamos de vivir esta etapa con paz, y alegría como misión en respuesta al querer de Dios, abiertas y disponibles para apoyar en lo que sea necesario según nuestras posibilidades: acompañar a las Hnas. a los centros de salud, compra de medicinas, alimentos, trámites, etc. Tratamos de ser cercanas, serviciales unas a otras, y con las personas de fuera que nos visitan pidiendo al Señor por cada una.

También tratamos de mantenernos informadas de todo lo que va aconteciendo en el país, en el mundo, en la Iglesia y la Congregación para llevar a nuestra oración comunitaria estas situaciones que aquejan a nuestro mundo.

Agradecemos a las Hnas. Responsables por los medios que nos proporcionan y al personal técnico y de servicio por su responsabilidad, su disponibilidad, su eficiencia y su trato en la atención a cada una.

Fraternalmente.

Cdad.de los Rosales