En los últimos años Ste Foy ha experimentado una transformación, desde el punto de vista “casa y misión”. La casa ya no es una Casa de reposo y Convalecencia, sino una Casa de retiro EHPAD de la que ya no somos propietarias.

Nuestra pequeña comunidad vive al lado con la misión de hacer pequeñas visitas a los residentes y acompañarlos en su vida espiritual.

Nuestra zona misionera tiene 32 pueblos y un solo sacerdote. A la comunidad se le han confiado una serie de tareas pastorales. Hoy hemos elegido compartir con ustedes nuestra experiencia en la animación principalmente litúrgica de 8 pueblos en las afueras de Ste Foy.

Empezamos por rodearnos de un equipo pequeño, muy decidido a dar lo mejor de sí mismos en este proyecto.

Junto con el sacerdote, decidimos la animación de la Eucaristía, el Rosario, el Vía Crucis y otros acontecimientos del momento, como las fiestas locales.

Todos los fines de semana, con el corazón alegre, viajamos en equipo: 7, 10,8 kms. Las campanas suenan, la persona que cuida de la iglesia en cuestión, está allí: nos acoge con una gran sonrisa, preparamos con ella, altar, ofrendas y distribución de tareas. Algunos feligreses habituales ya vienen desde casa con la lectura preparada. Saludamos compartimos noticias, solicitudes por esto o aquello… acogemos a los primeros que llegan, asegurándonos de que nadie se sienta extranjero en la iglesia, … La Eucaristía es serena, muy orante, alegre… Después de la celebración nos quedamos con aquellos que tomaron la celebración en camino.

Sentimos que están muy contentos con este encuentro con el Señor, felices de encontrarnos de nuevo y nosotras también, sobre todo de sentirnos enviadas a las “afueras” y reanudar la práctica de la piedad popular respondiendo al deseo del Papa Francisco.

Sœurs Marie Luz et Marie Josée