Alguien dice: “la única suposición previa necesaria para un tal renacimiento espiritual parece ser, esta capacidad de recepción que está en el fondo de la estructura de la persona. (Edith Stein)

Las Hermanas de la Compasión de Sanduzelai (Pamplona), miramos este tiempo que nos toca vivir, e intentamos descubrir, las interrupciones de ciertas actividades y de nuestra propia vida, como oportunidades. Los acontecimientos, como modelados por las manos de un Alfarero que modela su arcilla y que solo nos pide que nos abandonemos a Él. Porque es mucha la vida que hay que gestar, cuidar, si queremos hacer presente al Dios Compasivo.

Las situaciones inesperadas que se van sucediendo en esta pandemia y post – pandemia, son invitaciones a cuidarnos para cuidar, a avanzar y a descubrir otras áreas menos exploradas de nuestro ser y experiencia, ocasiones para ponernos a buscar nuevas fuentes de energía, de vitalidad de dinamismos de la Compasión.

La Laudato sí, nos recuerda: que todo está relacionado y que el auténtico cuidado de nuestra propia vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, de la Compasión y de la justicia…(LS. 70)

Sanduzelai

Conscientes: que el cuerpo es nuestro compañero más cercano e íntimo, necesitado, llamado a CUIDAR… En este contexto nos ubicamos haciendo gimnasia y ejercicios para ejercitar nuestro cerebro.

Estos medios nos fortalecen, revitalizan y nos hacen pasar ratos muy agradables. Se trata de: darnos calidad de vida para regalar vida.