Desde que llegué a Tarapoto con esperanza de seguir viviendo la misión de compasión en medio de mi edad, fragilidad y poca resistencia al calor, fui invitada por la Comunidad a apoyar en Satélite donde se iniciaba las actividades en el Centro Cultural Compasionista PROSALMAG con apoyo escolar para niños de primaria. Comuniqué que no poseo formación docente pero lo primero es la acogida a los niños de familias sencillas y secundar sus conocimientos de nivel primario.
Hoy gozosa y con alegría me encuentro comprometida en esta tarea, tengo las pupilas pobladas de rostros de niños y niñas cariñosos y muchos de ellos deseosos de avanzar en su aprendizaje. Me pone el corazón de fiesta poder brindar mi pequeño aporte en esta misión y ver algunos progresos en los niños. Los padres, en su mayoría muy jóvenes, se acercan al Centro a darnos su apoyo y confianza en el acompañamiento a sus hijos, motivan mi esperanza en éste nuevo comienzo de misión.
Mi experiencia está teñida de cruz y gloria al descubrir a niños y niñas con dificultades de aprendizaje que evidencian muchos de ellos carencia en lo afectivo y límites imprescindibles en esa edad temprana por parte de sus padres. Vivo con gozo éste corto tiempo desde mi convicción que la misión es quien refuerza el sentido de mi vida como Hermana y crea en mí lazos de comunión y apoyo mutuo.
Mi comunidad de Tarapoto es el lugar donde comparto la misión y sigo aprendiendo con alegría y asombro la fuerza de la misión común que vivo en Satélite. Agradezco este envío que me renueva y la acogida de la Comunidad para avanzar juntas.
Soeur Kandy Giménez
Comunidad de Tarapoto