Septiembre. Colegio Mª Corredentora. Un bonito evento nos convocó a familias, amigos y Hermanas: Ana, Irene y Nicol, tres jóvenes dispuestas a compartir con nosotros la experiencia de lo vivido, por ellas, en julio y agosto, en Youndé (Camerún). En una Comunidad de las Hermanas de la Compasión…

Luego experimentamos que, más que bonito…, lo que nos compartieron fue algo ¡ENTRAÑABLE!

El comienzo nos pilló a todos con el “paso cambiado”… fue inesperado, sorpresivo… ¡al estilo de Jesús!…

“¿Qué buscáis?” (Jn 1,35-42) — “¿Quién de estos tres fue prójimo del hombre herido?” (Lucas 10, 30 )
“¿Y vosotros, quién decís que soy yo?”, (Mc. 8,29) —“Mujer, ¿Por qué lloras?” (Jn 20,15)

Lo primero que hicieron, fue preguntarnos: ¿Qué sabéis vosotros de África…? Y al hilo de nuestras respuestas, nos fueron haciendo participes del tesoro escondido que habían encontrado en Camerún, de la mano de las Hermanas y sobre todo por el Espíritu de Dios que les había hablado al corazón a través de:

 

  • La triste realidad de las niñas de la calle con las que habían compartido su tiempo, preocupaciones, necesidades, impotencia… y también, la oración, el ocio, el juego… ¡y los primeros brotes de amistad!
  • La atención que se ofrecía a los enfermos en el Hospital, a pesar de la precariedad de medios. Y donde ellas compartieron y pusieron en práctica sus conocimientos de primeros auxilios, higiene, salud…
  • La situación de menores, hacinados en la cárcel… y sus deseos de aprender para luego, poder trabajar

Fue un compartir vital, profundo…, que arrancó de los presentes, un fuerte y largo aplauso. Después, y ya con la presencia de la Hna. Jeni, peruana, de la comunidad de Yaoundé desde hace seis años y de paso por España, continuamos con un diálogo espontáneo, sencillo, vivencial, interpelante…