En la parroquia de San Félix de Villaverde (Madrid), tres hermanas de la Compasión y tres seglares, colaboramos en la Pastoral de la Salud, visitando a 20 personas que viven solas.
Desde el confinamiento a causa de la COVID-19, nuestras visitas a los domicilios se suprimieron. El acompañamiento lo hacemos a través del teléfono.
Hacemos vida el texto de Mt. 25,36 y ss: “estuve solo o enfermo y fuisteis a visitarme…” en este tiempo, a través del teléfono, acompañando a cada una de estas personas, interesándonos por ellos y sus familias, escuchando lo que desean comunicarnos, compartiendo el tiempo y orando juntos.
Nuestra recompensa es muy grande y nuestro corazón rebosa de agradecimiento ante las expresiones que escuchamos cada día:
“Me ayudáis a superar la soledad”.
“Formáis parte de mi familia”.
“Me habéis hecho revivir”.
“Mientras estamos juntas se me olvidan los dolores”.
“Llámame pronto que me siento muy sola”.
“Todos los días hablo con el Señor y le digo que estoy dispuesto”.
“Espero con paz la llegada del Señor”
¿Qué más podríamos esperar? Nosotras damos gracias a Dios por poder realizar estas pequeñas cosas que son tan grandes para ellas y ellos.
Josefa González y Encarna Fuente