Este año durante el mes de octubre el párroco nos solicitó que acompañáramos a los jóvenes en el sacramento de confirmación, reflexionando con ellos el tema de la llamada. Lo significativo de esta experiencia es el día a día vivido con estos jóvenes, en un inicio se mostraban distantes y hoy muy cercanos y comunicativos. De los temas tratados les impacto los testimonios que compartieron el párroco, una hermana nuestra, laicos, (un matrimonio y un soltero). La llamada de cada testimonio fue novedosa e impactante para los jóvenes.
Otro hecho significativo fue pasar un tiempo de reflexión, juego, descanso y compartir en la huerta de nuestra casa, se sintieron muy acogidos. Este fin de semana vivirán una experiencia comunitaria, compartirán con un grupo de madres solteras, algunas de ellas violadas, acercándose a esta realidad y tomando conciencia del respeto y dignidad que merece cada persona.
Comunidad de Ate