Para nosotras la celebración de la Semana Santa este año ha sido muy especial, ha tenido un nuevo rostro por las circunstancias de la pandemia que atraviesa el mundo. Pero gracias a la tecnología hemos podido seguir las celebraciones litúrgicas a través de TV, Facebook que nos ha tenido muy conectadas con la Iglesia y el mundo.
Iniciamos la semana con la fiesta de la Madre Dolorosa, nuestra Madre de la Compasión que es el viernes anterior a Domingo de Ramos. En compañía de María hemos hecho el camino del Calvario unidas al sufrimiento de nuestros pueblos. En este caminar celebrativo y espiritual también han participado los laicos que trabajan en la casa, como ambientación pusimos dos arbustos, uno seco con signos de muerte y dolor que cada uno
veía, sentía y escuchaba en este tiempo: Como personas infectadas con el coronavirus, muertes sin la compañía de sus familiares, dolor de las familias, hambre, soledad, corrupción y otros. En el otro, con hojas verdes simbolizando los signos de vida: entrega del personal sanitario, policías y militares, servidores públicos, presidente de la República y su gabinete, solidaridad de la gente, voluntarios, etc.
Las celebraciones del Triduo Pascual han tenido su particularidad y creatividad en la preparación y la participación de todas. Nos conectó con todo lo que estábamos viviendo. ¿Quién diría que no se podría celebrar Semana Santa? El Cristo de la Pasión y muerte se hizo más palpable en el Jueves Santo, Viernes Santo a través del recorrido por las Estaciones del Vía Crucis, compenetrado con el dolor y el caminar de la gente que recorre el mismo camino del Cristo “LLAGADO Y CORONADO DE ESPINAS”. El Sábado Santo, acompañamos a María en su soledad y Esperanza animándonos a seguir siendo portadoras de vida y fe para todos los que se acercan a nosotras con la certeza y la confianza que su Hijo resucitará.
En medio de cuarentena se ha evidenciado gestos, detalles y manifestaciones de vida con lo que el pueblo peruano está viviendo en este momento, como signo de la presencia de Cristo Resucitado.
Fraternalmente.
Cdad. de los Rosales